Para hacer las cosas bien es necesario: primero, el amor; segundo, la técnica
- Fray Dino
- hace 4 días
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Es noticia estos días que Antoni Gaudí, (1852-1926), conocido como el 'arquitecto de Dios' por su trabajo en el diseño de la Sagrada Familia de Barcelona ha sido proclamado venerable, hombre de virtudes heróicas. Y quisiera destacar una idea que él tenía clara y que ha movido su camino hacia la santidad:
Como cristianos debemos "superar la escisión entre conciencia humana y conciencia cristiana"

💡 I. ¿Qué significa esa "escisión"?
En muchos cristianos (¡en casi todos nosotros!) hay una fractura:
Conciencia humana: lo que pensamos, sentimos, decidimos en la vida cotidiana —trabajo, relaciones, sueños, frustraciones.
Conciencia cristiana: lo que creemos, oramos, celebramos en la liturgia, lo que predicamos o defendemos como valores evangélicos.
Esta escisión se nota cuando:
decimos: "yo creo en Dios"... pero vivo la semana como si Dios no existiera.
Hay fe los domingos, pero miedo, avaricia o egoísmo el lunes.
“Yo tengo mi fe… pero en el trabajo hay que ser realista.”
“Una cosa es lo espiritual, otra es lo emocional.”
Rezamos, pero nos regimos más por el éxito y mis ambiciones personales que por el amor.
Es como si tuviéramos dos inteligencias o dos corazones: uno bautizado y otro muy pagano.
🛠️ II. ¿Qué propone Gaudí?
Gaudí propuso sanar esa escisión, es decir:
Que el cristiano no viva una doble vida, sino una vida unificada, donde todo —su trabajo, su arte, su descanso, su dolor— esté enraizado en Cristo.
"Mi cliente no tiene prisa", decía Gaudí refiriéndose a Dios.
Para Gaudí, ser cristiano no era tener una religión en medio de todas tus ambiciones terrenales, sino la forma de ser humano en plenitud.
Cuando tu conciencia cristiana y tu conciencia humana están divididas…
tus decisiones se llenan de miedo,
tus relaciones se vuelven falsas,
tu fe se convierte en un barniz.
No hay santidad sin integración.
No hay vida nueva sin unidad interior.
Su Sagrada Familia no es un monumento sin más, es una declaración de guerra a la tibieza.
✨ III. ¿Cómo superar esa división hoy?
1. Unificar la vida
Como decía San Pablo: "Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí" (Gal 2,20). Todo acto —enseñar, amar, corregir, cocinar— puede hacerse con conciencia cristiana. ¡Hasta pelar patatas puede ser oración, si se hace con amor y ofrenda!
2. Redescubrir que Cristo es modelo de humanidad
Ser cristiano no es "renunciar a ser humano" sino ser plenamente humano como Jesús. Él lloró, rió, trabajó, se cansó… y nunca dejó de ser el Hijo.
3. Cultivar una espiritualidad encarnada
No solo orar "de rodillas", sino con el cuerpo, el arte, la arquitectura, el servicio. Gaudí lo expresó construyendo templos con materiales de la tierra para alabar al Creador. Él decía:
"Para hacer las cosas bien es necesario: primero, el amor; segundo, la técnica."
4. Educar la conciencia desde el Evangelio
Y no solo desde la opinión personal, las modas o el "todo vale". La conciencia cristiana es una brújula afinada por la Palabra de Dios, no por el ego.
📿 IV. Gaudí como modelo profético
Gaudí no vivió para agradar a los poderosos ni para triunfar rápido. Su Sagrada Familia es una catedral viva: no solo de piedra, sino de esperanza. Un lugar donde la belleza no divide fe y razón, arte y mística, sino que las une.
El cristiano coherente es como la luz a través del vitral: deja pasar a Dios y además también embellece el mundo.
El gran problema de nuestra época no es el ateísmo.
¡Es el ateísmo práctico de los que se llaman cristianos!
Gente que cree en Dios… pero vive como si no existiera.
🪓V. ¿Qué pasa cuando unificas tu conciencia?
Cuando tu conciencia cristiana y humana se funden como oro y fuego:
No necesitas máscara: vives con rostro de Hijo.
Tu trabajo se vuelve misión.
Tus heridas se vuelven puertas.
Tus decisiones se hacen con paz, no con ansiedad.
La fe ya no es una parte de tu vida.Es el alma de tu vida entera.
🚪 VI. Provocación final: ¿De verdad quieres seguir igual?
Vamos a ser claros.
👉 Si tu fe no transforma tu agenda, tus afectos, tus decisiones...entonces no es fe, es un hobby espiritual.
Y Cristo no murió para que tengas un hobby.
Murió para que tengas vida en abundancia.
La conversión no es un cambio de ideas… es un cambio de eje.
¿Vas a seguir con la conciencia dividida, o te vas a entregar de verdad?
¿Vas a seguir como turista en la fe, o te conviertes en arquitecto con Gaudí?
🙌 "¿Qué parte de tu vida todavía no ha sido tocada por Cristo?"
Tus finanzas.
Tus miedos.
Tu manera de amar.
Tu forma de hablar.
Tu cuerpo, tus redes, tu tiempo libre...
🎯 Hoy es el día de la reintegración
.Hoy el Espíritu Santo quiere hacer una obra maestra con tu alma.
¡Pero necesita los planos completos, no solo la sacristía!
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